Entre nutricionistas y endocrinólogos hay unanimidad: la mejor dieta consiste en comer menos pero comer de todo. Si queremos perder peso hay que reducir la ingesta de calorías pero es igual de importante la inclusión de todos los macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) de forma equilibrada.
Así que olvídate de la dieta de la alcachofa, la de la piña e incluso de las que te lleguen envueltas de cualquier discurso pseudocientífico y que consistan en comer sólo una cosa.
Este es el caso de la famosa dieta Dukan (su creador, Pierre Dukan, fue expulsado del colegio francés de médicos). Se trata de una dieta hiperproteica que consiste en un menú rico en carnes, pollo, pescados, huevos y mariscos; poco o nada de hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, legumbres…) y poca fruta.
Es especialmente famosa y es cierto que, a la mayoría de las personas les hace perder peso con facilidad. Pero es igual de cierto que, en cuanto se abandona la dieta, llega el efecto rebote: el peso se recupera rápidamente e incluso puede aumentar.
Además, es perjudicial para la salud. El exceso de proteínas ocasiona un descenso del pH. El organismo reacciona desplegando una serie de procesos que alteran el metabolismo y las funciones hepática y renal y ponen en riesgo la salud de nuestros huesos. Esto afecta a la salud oral en muchos aspectos.
1.- La acidosis que se produce en el cuerpo provoca alteraciones hormonales y hacen que el sudor o el aliento desprendan un fuerte olor a amoniaco
2.- Condiciona la respuesta inflamatoria y favorece la gingivitis y la periodontitis, enfermedades de las encías que pueden llevar a la pérdida de dientes.
3.- Afecta al estado inmunológico favoreciendo las infecciones.
4.- Reduce el volumen, las propiedades antibacterianas y físico químicas de la saliva
5.- Provoca un déficit de vitaminas de los grupos A, B y C.
6.- Dificulta la síntesis y absorción del calcio y acelera la oxidación de los tejidos con lo que favorece la osteoporosis e influye negativamente en el sostén de los dientes
ATENCIÓN: Aunque no sigas la famosa dieta hiperproteica Dukan, puede que estés ingiriendo demasiada proteína: la cantidad hay que controlarla en función del peso corporal.
Fuente: mujerhoy/expertosenmedicinaestetica