Embarazo y salud bucodental, estrechamente relacionados.
Si emparejas en Google los conceptos “embarazo” y “salud”, la primera entrada que te ofrece como la más buscada es la de “embarazo y salud bucodental”. Y es lógico, porque, en este caso, los problemas de salud pueden afectar tanto a la madre como al feto.
Tanta importancia tiene la saluda oral durante el embarazo que se recomienda que las mujeres en edad fértil, aunque no estén embarazadas, se sometan a controles periodontales periódicos.
Si una boca sana es imprescindible en todo momento, durante el embarazo lo es aún más. Numerosos estudios recogen, por ejemplo, la relación entre la enfermedad periodontal y determinados problemas al nacer como el parto prematuro o el bajo peso o estatura que puede presentar el bebé.
La mala salud bucodental dificulta el embarazo.
El último estudio que viene a certificar la incidencia que existe entre una mala salud bucodental y el embarazo, viene de Finlandia. Allí, investigadores de la Universidad de Helsinki, han venido a constatar la relación directa entre una salud oral deficiente y las dificultades para quedar embarazada.
El estudio se ha llevado a cabo durante 12 meses con una muestra de más de 250 mujeres, de edades comprendidas entre los 19 y los 42 años, que habían dejado de tomar la píldora para intentar quedar embarazadas.
Al parecer el análisis ha determinado que en la saliva de las mujeres que no lograron quedarse embarazadas predominan las bacterias “Porphyromonas gingivalis» y «Aggregatibacter actinomycetemcomitans» muy vinculadas a la periodontitis. Por su parte, los niveles de anticuerpos frente a la bacteria son también mayores en este grupo de mujeres.
Según el resultado del estudio, publicado en la revista “Journal of Oral Microbiology”, las mujeres con presencia de ese tipo de bacterias son casi 4 veces menos propensas a quedarse embarazadas.
Periodontitis y embarazo.
El embarazo es un momento propicio para sufrir diferentes dolencias periodontales como consecuencia de los cambios hormonales a los que se ve sometido el cuerpo.
Es frecuente, por ejemplo, el aumento de los niveles de prostaglandina, receptor que incide en las células musculares lisas del tejido vascular, propiciando el inflamado. El aumento de estos receptores favorece la presencia de bacterias asociadas a la periodontitis.
En definitiva, los cambios hormonales producidos durante el embarazo, hacen que nuestra boca sea más proclive a parecer dolencias que guardan relación con la enfermedad periodiontal. Es el caso de la gingivitis: primera consecuencia del aumento del nivel de prostaglandina. Las encías se inflaman, duelen y pueden llegar a sangrar. Una gingivitis sin tratar puede dar lugar a una periodontitis y ésta, traer consigo la pérdida de piezas dentales.
El aumento hormonal puede afectar, también, a los tejidos del periodonto de modo que se debilite la sujeción sobre el diente.
Otras dolencias pueden suponer la aparición de pequeños tumores provocados por el exceso de placa que, aunque tienden a remitir después del embarazo, pueden llegar a precisar de cirugía.
Durante el embarazo aumenta la presencia de ácido en la boca que puede erosionar el esmalte dental haciendo más fácil la aparición de caries. Los vómitos también contribuyen al deterioro del esmalte.
El cambio hormonal se traduce, también, en una mayor ansiedad por consumir alimentos dulces. El exceso de azúcar influye en la aparición de caries. Por tanto, es un periodo especialmente indicado para cuidar de la alimentación y tratar de que ésta sea lo más sana posible.
En definitiva, durante el embarazo hay que prestar una atención especial a nuestra salud oral. Que hayamos tenido en el pesado buenos hábitos de limpieza no significa que no podamos sufrir una gingivitis. Recuerda que es un momento especialmente predispuesto a ello.
Sabemos, también, que las bacterias que producen infecciones orales, pueden alcanzar nuestro torrente sanguíneo y llegar a otras partes de nuestro organismo. De ahí que se relacionen, por ejemplo, salud oral con problemas cardiovasculares.
Lo ideal es ponerse en manos de tu dentista de confianza desde el mismo inicio del embarazo y que sea él mismo quien te indique la mejor forma de cuidar de tus dientes.
Fuentes: Gaceta Dental / Nacer Sano / Colgate /