La lucha contra las bacterias resistentes pasa también por el moco humano. Es la línea de investigación del MIT-Massachusetts Institute of Technology- presentada hace muy poco y según la cual, a través del moco sintético, se quieren prevenir las infecciones y la resistencia a los antibióticos.
Según el mismo estudio, las mucinas sintéticas- MUC5B – ayudan a prevenir la caries y las infecciones orales, controlando la prevalencia de bacterias como streptococcus mutans, y Streptococcus sanguinis. Las primeras conclusiones del estudio se han presentado al amparo de la American Society for Biochemistry and Molecular Biology. La noticia completa en nuestro blog:
Nuestro cuerpo es una gran fábrica de mocos. Y no es porque sí. Nuestro interior está prácticamente recubierto de moco. Producimos 3,5 litros de moco diarios que sirven de revestimiento, de barrera defensiva de nuestro aparato digestivo, de los ojos, pulmones… y, por supuesto, boca.
El moco está presente en la saliva a través de las mucinas, unas proteínas capaces de formar barreras físicas que impiden, por ejemplo, la formación de biofilm y que mantienen a raya a gérmenes nocivos como el streptococo. Desde hace unos años, en el MIT – Massachusetts Institute of Technology- se viene investigando sobre la funcionalidad del moco y su incidencia en nuestra salud, concluyendo que se trata de una sustancia que es capaz de mantener el equilibro entre bacterias sin que unas prevalezcan sobre otras.
Esta conclusión ha llevado a establecer una línea de investigación nueva en la lucha contrarreloj que se mantiene contra las bacterias resistentes. La responsable de la misma es la Dra. Katharina Ribbeck, profesora de ingeniería de tejidos del MIT. El objetivo de la investigación pasaría por la manipulación de polímeros de tejidos basados en mucinas y moco sintético capaces de controlar patógenos resistentes a los antibióticos.
En cualquier caso, como señala la propia Dra Ribbek, estas mucinas no eliminan las bacterias pero sí las controlan. Los antibióticos, por el contrario, eliminan las bacterias pero también otros microbios beneficiosos. El hecho de que las bacterias no se sientan amenazadas podría evitar que “las bacterias gram-negativas” no “sientan la necesidad” de traspasar su carga genética a otras bacterias que terminan volviéndose resistentes a los fármacos.
En el caso de los dientes, por ejemplo, se ha comprobado que bacterias como los streptococos se mantienen en la saliva sin formar ningún biofilm. Los estudios sugieren que esta nueva técnica podría ser muy eficaz en los tratamientos contra la caries.
En el estudio llevado a cabo por la Dra. Ribbeck se analizaron las mucinas MUC5B que se encuentran en la saliva u cultivaron dos tipos de bacterias – Streptococcus mutans y Streptococcus sanguinis- responsables de caries dentales e infecciones orales respectivamente. Se ha podido comprobar que las bacterias presentes en el cultivo, a diferencia de las que se cultivaron fuera, alcanzaron un equilibrio tal de modo que ninguna prevalecía sobre la otra, lo que sugiere la eficacia de la mucina para mantener el control bacteriano.
En cualquier caso, tal y como reconocen en el MIT, la utilidad de la mucina pasa más por la prevención de infecciones que por el tratamiento de las mismas.
La lucha contra las bacterias resistentes pasa también por el moco humano. Es la línea de investigación del MIT-Massachusetts Institute of Technology- presentada hace muy poco según la cual, a través del moco sintético, se quieren prevenir las infecciones y la resistencia a los antibióticos. Según el mismo estudio, las mucinas sintéticas- MUC5B – ayudan a prevenir la caries y las infecciones orales, controlando la prevalencia de bacterias como streptococcus mutans, y Streptococcus sanguinis. Las primeras conclusiones del estudio se han presentado al amparo de la American Society for Biochemistry and Molecular Biology.
Fuentes: