De la gingivitis a la periodontitis e incluso a la pérdida de piezas dentales: los problemas bucales pueden ser varios y de distinta gravedad. Y también los síntomas: mal aliento, encías que sangran o se inflaman, dientes hipersensibles que duelen o que incluso se mueven… En fin… Ante la presencia de los primeros síntomas siempre hay que acudir al dentista.
En cualquier caso sí que podemos practicar unos hábitos de vida saludable que van a incidir ya no solo en nuestro buen estado general, sino también en el dental. Y lo primero, como siempre, es –como ya te aconsejamos la semana pasada- cuidar de nuestra alimentación. Porque una buena elección de lo que comemos puede tener consecuencias muy beneficiosas para nuestra boca. En este sentido hay estudios médicos que avalan el uso de alimentos que previenen la inflamación de las encías o, cuanto menos, ayudan a paliarla. ¿Cuáles son? Pues sobre todo aquellos alimentos de origen vegetal ricos en polifenoles y que, afortunadamente, tenemos tan a mano en nuestra dieta:
Y por supuesto… ¡¡¡Agua!!! Que además de quitarnos la sed, mantiene hidratadas las encías.
Bueno, ya ves que no parece tan difícil mantener una alimentación sana y rica en polifenoles. Piensa que éstos, además de sus propiedades antiinflamatorias son muy buenos antioxidantes e incluso, hay estudios que van más allá y los consideran buenos como prevención contra trombos y coágulos y lípidos –grasas- en sangre. En fin, que son alimentos tan buenos para nuestra boca como útiles para nuestro corazón.