Los implantes de titanio o de zirconio son los mejores considerados en cuanto a biocompatibilidad. Esta característica, por sí sola, gace que valga la pena saber qué tipo de materiales van a implantar en nuestra boca.
Estos días hemos dado pruebas de lo altamente contraproducente que es para nuestra salud el uso de materiales que pueden resultar nocivos. En Bredent sabemos que la razón de nuestro trabajo es el bienestar de los pacientes. Y, a diferencia de lo que ocurre en laboratorios de dudoso pelaje, nos preocupamos por su salud. E investigamos para perfeccionar cada vez más nuestros implantes teniendo en cuenta una condición irrenunciable: la biocompatibilidad. ¿Qué es un material biocompatible? Aquél que está diseñado y pensado para elaborar prótesis que van a formar parte de un entorno vivo. En definitiva, su objetivo es el de sustituir partes de nuestro cuerpo y asumir sus funciones sin que aquél se resienta ni lo note. Tan simple como complejo. Y muy, muy serio.
Entre los metales biocompatibles, el titanio, por sus caracterísitcas, es uno de los más usados en prótesis dentales. Y es que, básicamente, no se degrada. Y se integra perfectamente en el hueso. El titanio es indetectable para nuestras defensas. Todo material implantado está en contacto con fluidos orgánicos que terminan por oxidarlo y hacer que libere átomos que se unen a proteínas del cuerpo que nuestras defensas interpretan como enemigos. Todo ello da lugar al rechazo de la pieza. Ocurre así con implantes elaborados con acero inoxidable, por ejemplo. En cambio, el titanio, aunque se oxida, no libera átomos. Su estructura permanece estable e inalterada de modo que el hueso termina por hacer suyo ese elemento extraño que se le ha implantado.
El titanio es una de las opciones con las que trabajamos los implantes en Bredent. Pero aún vamos un paso más allá. Porque cuando ya se cumple con los requisitos más exigentes en materia de salud es cuando se está preparado para avanzar en materia de estética. Por eso hemos diseñado un tipo de implante elaborado a partir del zirconio. Se trata del implante White-SKY que, además de ser totalmente biocompatible, es el más apropiado para pacientes con especial sensibilidad.
En cualquier caso, recuerda que lo importante es exigir las máximas garantías sanitarias para todos aquéllos materiales que van a terminar formando parte de ti. Es un derecho. Y hay que ejercerlo. Sólo así acabaremos con los peligros que hemos ido viendo estos días atrás.