La implantología es, sin duda, una de las ramas de la odontología que más ha evolucionado en la última década. Ya sea con la incorporación de sistemas digitales capaces de diseñar y programar tratamientos odontológicas extremadamente precisos, o con la búsqueda de técnicas que permitan minimizar al máximo el riesgo de infecciones después de la intervención. A este último respecto ¿qué avances son los más significativos o prometedores?
Estas son las últimas propuestas, aunque no todas se encuentran en la misma fase de desarrollo.
Implantes con fármacos incorporados.
Se trata de una propuesta desarrollada por científicos del Centre of Microbial and Plant Genetics, en Bélgica. Básicamente consiste en añadir un dispositivo integrado en el implante capaz de liberar los fármacos necesarios para inhibir las bacterias o el biofilm.
Los implantes se fabrican con material poroso para que los fármacos puedan liberarse cuando se necesiten “gradualmente del depósito al exterior del implante” según afirman sus responsable. Estos implantes, además, tienen la posibilidad de volver a llenarse de fármacos en caso de necesidad.
¿Cómo funciona? El implante está tratado con un polímero que obturar los poros pero que es capaz de abrirlos en caso de detectar un PH ácido indicativo de presencia bacteriana.
El fármaco usado durante los ensayos ha sido la clorhexidina y las pruebas efectuadas frente a la presencia de Streptococcus mutans y Staphylococcus aureus han obtenido resultados esperanzadores frente a la prevención del biofilm.
En todo caso, la propuesta aún se encuentra en fase experimental.
Osteointegración a partir de la luz ultravioleta.
Se trata de un proyecto financiado en parte con fondos del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y desarrollado por la empresa EM Exact y el Centre Tecnològic de Catalunya.
El estudio consiste en el desarrollo de un modelo combinado de implante dental de carga inmediata “con un sistema de activación” de la superficie del implante mediante luz ultravioleta que lograría mejorar la osteointegración y conseguría, de paso, aumentar la eficacia de la intervención.
El procedimiento se conoce como Photo-Implant y consiste en un implante cuya superficie ha sido tratada para reaccionar con la luz ultravioleta. Según se recoge en la propia web de la empresa promotora “Este nuevo sistema permitirá la activación superficial a través de un transportador sin precisar la extracción del implante de su interior, garantizando la esterilización de las piezas, simplificando el procedimiento y reduciendo los costes de material”.
El proyecto debería ser una realidad este mismo año.
Terapia fotodinámica antimicrobiana
Lleva por nombre HELBO y ha sido desarrollada por Bredent atendiendo al hecho de que la mayor parte de los fracasos en implantología tienen que ver con las bacterias y el biofilm. El hecho de que las bacterias sean cada vez más resistentes a los antibióticos hacía imprescindible trabajar en el desarrollo de una alternativa a los mismos.
La Terapia Helbo de Bredent consiste en un tratamiento local a partir de la irradiación de un láser suave. Aplicando una coloración en las zonas afectadas que se reacciona a la luz del láser dando lugar a la presencia de oxígeno altamente reactivo que elimina bacterias y hongos. Además, con la aplicación del láser se consiguen también efectos analgésicos y cicatrizantes.
Es una propuesta especialmente indicada para problemas de:
A diferencia de las propuestas anteriores, la terapia Helbo no está en fase de experimentación. Todo lo contrario, es ya una realidad. Tanto es así que ha sido galardonada con el premio «Graduate Research” de la Federación Europea de Periodontología.