Deporte y salud dental (3): riesgos y prevención

En Bredent nos preocupamos por la calidad de vida de las personas. Por eso siempre apostamos por unos hábitos de vida saludable en base a una y a la práctica de ejercicio físico. Porque nos encanta el deporte hemos dedicado una serie de artículos a hablar de deporte y odontología, nuestro adn como empresa. Hoy queremos tocar el tema de los traumatismos bucales durante la práctica deportiva. Porque no hay deporte ni ejercicio que esté exento de riesgos, ni siquiera los menos agresivos: una simple caída mientras hacemos running puede causarnos un traumatismo del mismo modo que el codo de un contrario mientras jugamos a baloncesto

La posibilidad de sufrir lesiones orales más o menos graves dependerá del tipo de deporte que ejercitemos. Según esto, podemos clasificarlos como:

• Deportes de contacto:

Se trata de prácticas deportivas que conllevan un alto riesgo de sufrir lesiones y en las que se suele llevar protección bucal: boxeo, hockey, kárate, rugby, fútbol americano… Los profesionales de deportes donde prima el contacto suelen utilizar prótesis personalizas. Sin ir mas lejos, Myweather, campeón del mundo de boxeo, ha llevado el protector bucal más caro de la historia del deporte: 23.000€. Pero lo cierto es que si no lo quieres con incrustaciones de diamantes, no hace falta desembolsar tanto para sentirse seguro.

• Deportes de contacto poco frecuente: se trata de aquéllos que a pesar de no suponer un enfrentamiento directo contra el rival sí que conllevan riesgos de contacto ocasionalmente fuerte: fútbol, baloncesto, balonmano… aquéllos en que un mal golpe puede producirnos una lesión. De hecho, igual que hay jugadores que se protegen con una máscara después de haber sufrido un traumatismo severo –quién no recuerda a Petr Cech, portero del Chelsea- los hay que usan protectores bucales para amortiguar la presión que ejercen sobre la mandíbula mientras hacen grandes esfuerzos.

• Deportes sin contacto: Son aquéllos en los que las lesiones orales son poco frecuentes, aunque siempre existe cierto riesgo.

¿Qué parte de nuestra boca está más expuesta? Las piezas dentales más propensas a los traumatismos son los incisivos centrales superiores y, también, los centrales inferiores. Y… ¿cuáles son las lesiones más frecuentes? Pues podemos agruparlas según la gravedad que revistan desde fracturas:

• Fractura del esmalte: cuando se produce un grieta en el mismo
• Fractura del diente: el diente se rompe de un modo limpio sin que se vea afectada la pulpa.
• Fractura de diente y pulpa

Hasta luxaciones:

• Concusion: el golpe afecta al periodonto pero no llega a moverse.
• Subluxación: aunque el diente no se desplaza se mueve.
• Luxación: supone la salida de parte del diente
• Avusión: caída del diente. En casos como este, reproducimos un párrafo en qie el Colegio de Dentistas de Canarias aconseja cómo actuar si somos capaces de encontrar la pieza que hemos perdido: “cogerlo del suelo por la corona, no tocando nunca la raíz, lavarlo bajo un grifo de agua corriente durante unos dos minutos, jamás raspar la raíz ni aplicarle ningún antiséptico y acto seguido recolocarlo en la boca mirando el sentido de los dientes vecinos para no equivocarnos ( con una) nuestra presión suave y constante».

¿ Qué hacer para paliar los riesgos? Volvemos a los protectores bucales, pensados para minimizar los posibles impactos. Las mejores son las prótesis hechas a medida.. Normalmente, para la práctica deportiva, se fabrican con materiales flexibles y resistentes e incluso se diseñan en función del deporte que se practique. Por eso son prótesis deben estar elaboradas y fabricadas a partir de un estudio odontológico personalizado.

En nuestro post anterior vimos cómo la salud bucal incide directamente en el rendimiento deportivo. Pero, en cuestión de prótesis todavía vamos un paso más allá: las hay pensadas no solo ya para proteger, sino también para potenciar el rendimiento deportivo. ¿Cómo? Pues manteniendo la mandíbula perfectamente alineada con el tórax y el cráneo, según informaciones de Marca, de modo que se gana en equilibrio y fuerza. Y si no, que le pregunten a CR7.

En cualquier caso, si tenemos la mala fortuna de sufrir un golpe practicando cualquier deporte y no estamos seguros del alcance de la lesión, hay que acudir al odontólogo. El sabrá determinar si reviste gravedad y prescribir el tratamiento más adecuado.

Por lo demás y a pesar de los riesgos, nada más saludable que la práctica de ejercicio. A correr!!!

Hay deportes cuya práctica conlleva un mayor riesgo de traumatismos