Los implantes dentales facilitan el tatuado de las piezas dentales.
Al parecer la nueva moda entre los aficionados a los tatuajes es llevar dibujado un motivo en una o varias piezas dentales. No se trata de un «arte» nuevo. Hace ya años que se viene practicando y, concretamente, desde los años 50, en EEUU, existen laboratorios dentales que se aplican a la faena
Sin embargo es ahora cuando parece convertirse en tendencia gracias, cómo no, a las redes sociales. No es de extrañar si pensamos que en muchos países occidentales na de cada tres personas lucen tatuajes. Hasta ahora se trataba de cubrir nuestro cuerpo con tatoos cada vez más visibles y espectaculares para diferenciarse del resto. El problema surge cuando la demanda crece y se extiende tanto que su uso se «normaliza» de modo que ya no causa el impacto inicial. Es en ese momento cuando se buscan soluciones nuevas y más impactantes. Resultado: tatuajes en las coronas.
Debido a que los implantes dentales son más usuales a partir de los 40 años, es en esta franja de edad donde más éxito está teniendo esta tendencia. Se trata de aprovechar el hecho de tener que implantarse una pieza dental para dibujar en la corona de la misma el motivo deseado. En este caso, la carona pasa del laboratorio dental al artista tatuador antes de llegar al dentista.
Empresas como Oral Arts ofrecen un servicio personalizado y «permanente» pintando a mano el diseño elegido en el esmalte de la corona. El único requisito es que el tamaño del dibujo elegido esté en consonancia con la corona.
Así pues, desde Hello Kitty al ancla de Popeye o una Flor de Lis… cualquier diseño es posible. Eso sí, como bien advierten en Oral Arts desde su web, los rojos se transforman en burdeos, color que resiste más las temperaturas a las que son sometidas las porcelanas.
Sea como sea, el caso es que hasta los implantes sucumben a las exigencias de la moda. 😉
Fuente: Vice / Oral Arts
Imagen: Oral Arts