Verano: los cinco enemigos de nuestros dientes

Los implantes dentales son siempre la mejor opción para reemplazar las piezas dentales perdidas. Además, el índice de supervivencia y de permanencia del implante dental es superior al de cualquier otro tipo de prótesis. Lo ideal sería no llegar a necesitarlos pero las previsiones hablan de que solo 10 años el uso de implantes dentales crecerá un 150%. Es un hecho que como vivimos más tenemos más posibilidades de perder alguna de nuestras piezas dentales. En cualquier caso, lo que sí podemos hacer es tratar de retrasara el mayor tiempo posible y eso solo lo podemos conseguir siguiendo unos hábitos de vida saludables. Por eso hemos pensado que, aunque lo damos por sabido, no está de más recordar cuáles son los enemigos de nuestra boca en verano:

1. Azúcar

El cuerpo nos pide bebidas refrescantes. Pasamos hora disfrutando de las terrazas de verano. Y bebemos más azúcar del que debiéramos. 42 gramos de azúcar es la mitad de lo que se recomienda ingerir a diario: ¡la misma cantidad que un simple refresco de limón!

Gramos de azúcar en los refrescos

2. Cloro

Es uno de los enemigos del esmalte de nuestros dientes. Y el esmalte es la barrera protectora frente a la placa bacteriana. El exceso de cloro, además de alterar su coloración, puede dañarlo. No es un enemigo preocupante si no te pasas todo el día en remojo. Pero… y nuestros niños: ¿Cuántas horas pasan ellos en la piscina?

El cloro puede afectar al esmalte dental

3. Dieta

No se nos puede pedir que estemos todos los días pendientes de lo que comemos. El verano, ya se sabe, está para cometer algunos “pecados” en la mesa. Aún con todo, mantener una ingesta adecuada de frutas naturales y alimentos tan sabrosos como beneficiosos para nuestros dientes: ¿Recuerdas el menú Bredent para una boca perfecta? Rico en polifenoles.

Una dieta saludable ayuda a la salud bucal

4. Sol

Mantenerse adecuadamente hidratado es vital para nuestra salud. Si lo recomendable es beber al menos un litro y medio de agua diario, en verano aún deberíamos beber más. Nuestra boca lo agradecerá: la saliva ayuda combatir la placa y nos previene ante infecciones.

Se recomienda beber un litro y medio de agua al día

5. Frío

Enemigo por contraste. Tenemos calor y queremos alimentos fríos y aunque no suframos de una especial sensibilidad dental, terminamos sufriendo dolor. Existen productos específicos para combatir la sensibilidad dental: lo mejor, preguntar a tu dentista de confianza.

El frío puede excesivo puede provocarnos dolor

Disfruta del verano. Y recuerda que puedes hacerlo al tiempo que te cuidas.

photo credit: Fun in the pool , Ripe washed tomatoes via photopin