Aunque ya se venía trabajando en este aspecto, investigaciones recientes ratifican la importancia de la vitamina D en el éxito del implante dental. Tanto es así que de su presencia o ausencia dependería, en gran medida, la osteointegración efectiva del implante.
Del mismo modo, la D sería capaz de reducir los niveles de presencia de bacterias, determinando, así, la buena salud de las encías.
Según los últimos estudios, cada vez son más evidentes las ventajas que la presencia de vitamina D tiene en la regeneración ósea. De hecho, su ausencia se traduce en tres efectos:
Con todo, existe una deficiencia generalizada en todas las franjas de edad. Para compensarla, se hace necesario recurrir a estrategias que compensen esa falta: una de ellas pasa por modificar la superficie de los implantes de titanio con un recubrimiento basado en el uso de vitamina D
Este es el punto de partida de la investigación llevada a cabo en el Instituto Universitario de Investigación de Ciencias de la Salud de la Universitat de les Illes Balears, plasmado en la tesis de María Satué, que lleva por título Improving osseointegration of titanium implants by a novel bioactive coating with UV-irradiated 7-deydrocholestero.
Su propuesta pasa por utilizar el precursor de la vitamina D con el objetivo de mejorar la osteointegración de los implantes dentales. Se trataría de potenciar la producción de vitamina D en base al uso de la enzima 7-dehidrocolesterol como precursor, de modo que las células de los tejidos asociados al implante –duros y blandos- puedan generarla.
Según se deduce de su tesis, la enzima 7-dehidrocolesterol irradiada con luz UV podría utilizarse como material bioactivo en implantes de titanio.
Junto a la vitamina D jugaría un papel fundamental la vitamina E en tanto que sería la encargada de preservar la estabilidad del implante incrementando en las células la síntesis de la primera.
Por el momento los ensayos clínicos se han limitado a los estudios con animales demostrando el potencial de biocompatibilidad.
En espera de que el estudio se amplíe a humanos, este recubrimiento bioactivo se presenta como una nueva estrategia para garantizar el éxito de los implantes dentales.
Su presencia en el organismo es esencial para facilitar la abosorción de calcio por parte del intestino y equilibrar los niveles fósforo. Ambos son minerales básicos para la formación de los huesos.
El buen estado de nuestro corazón también depende, en gran medida, de un buen nivel de vitamina D. La Fundacióm Española del Corazón advierte que el déficit de ésta puede suponer un riesgo cierto de de sufrir patologías como hipertensión y diabetes.
La D es una vitamina que nuestro cuerpo sintetiza, sobre todo, a partir de la exposición al sol. En este sentido, tomar el sol 10 minutos al día, tres días a la semana, podría satisfacer nuestra necesidad de vitamina D.
En cualquier caso, aunque en menor cantidad, podemos contar con la vitamina D que aportan ciertos alimentos, sobre todo pescados:
Otros alimentos con un aporte menor serían:
Fuente: Universitat de les Illes Balears / Instituto Universitario de Investigación de Ciencias de la Salud