Aunque la relación viene de antiguo y ya los médicos asirios relacionaban ciertas enfermedades con los problemas de salud, es desde la década de los años ochenta del siglo pasado cuando la relación entre salud oral y salud general se estrecha y surgen cada vez más estudios que relacionan ciertas enfermedades con problemas de salud bucal.
Partos prematuros, enfermedades cardiovasculares, diabetes, artritis e incluso hemorragias cerebrales… Son muchas y diversas las afecciones graves que pueden verse influenciadas por infecciones bucales. Y, aunque también son muchos y diversos los factores que pueden influir en aquéllas, cada vez están más constatados la relación causa y efecto que pueden establecerse entre unas y otras.
¿Cuáles son las enfermedades más vinculadas a nuestra salud oral? ¿Qué partes de nuestro cuerpo están más expuestas a los efectos de una salud oral deficiente?
La enfermedad parece potenciar su avance cuando el enfermo padece peridontitis. Estudios llevados a cabo por la Universidad de Douthampton parecen demostrar que la periodontitis está ligada al incremento del daño neurológico de quienes padecen alzheimer. Según el autor del estudio, el Dr. Mark Ide, la relación entre ambas afecciones puede deberse a “mecanismos vinculados a la respuesta inflamatoria del organismo” consecuencia de los altos niveles de anticuerpos y bacterias. Además, este tipo de pacientes, están más expuestos a sufrir infecciones ya que pierden, también, sus hábitos de limpieza oral.
Es tan estrecha la relación entre infecciones bucales y enfermedades cardiovasculares que, como publica ABC, la Asociación Americana de Cardiología, recomienda “el cuidado de las encías como una más de las estrategias de prevención de la cardiopatía isquémica”. Aunque es difícil establecer una relación causa y efecto directa, parece que en los pacientes que sufren infecciones más agresivas son también los más propensos, después, a sufrir enfermedades cardiovasculares. Del mismo modo, como señala el Dr. Eduardo de Teresa, del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, la relación se hace más evidente en enfermedades cardiovasculares que afectan a la inflamación de las arterias teniendo en cuenta que “la enfermedad periodontal no deja de ser una inflamación crónica”.
El libro ‘Salud bucal en la mujer. Prevención a lo largo de la vida’ editado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) en colaboración con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), aprecia que infecciones como la periodontitis podrían duplicar el riesgo de partos prematuros. La periodontitis parece tener mucho que ver con la liberación de prostaglandinas, sustancias que influyen, por un lado, en la maduración del feto y, por otro, en la inducción de las contracciones del útero durante el parto.
Investigadores alemanes parecen haber establecido que la periodontitis afecta hasta ocho veces más a las personas que padecen artritis que a las que no. Como en el caso del alzheimer, los pacientes de esta enfermedad también presentan mayores problemas para mantener una higiene oral óptima. La inflamación que produce la periodontitis afecta, una vez más, a la inflamación en las articulaciones. Aunque la relación entre ambas enfermedades va más allá: durante el estudio, las personas que recibieron tratamiento oral contra la infección, además de ser medicadas con sus fármacos habituales, presentaron una notoria mejoría de la inflamación y una significativa disminución del dolor.
Además, la extracción de dientes dañados parece, también, aliviar los síntomas de la artritis.
En este caso el problema parece ser inverso: sufrir diabetes incrementa los riesgos de padecer infecciones bucales que a su vez pueden influir negativamente en otro tipo de enfermedades como las que estamos detallando. Además, en el caso de la diabetes, no tener bajo control el nivel de glucosa puede afectar negativamente a las encías y a los problemas que se puedan derivar de su mal estado, incluyendo la pérdida de dientes.
La Universidad de Medicina de Lousiville y el Centro Cardiovascular y Cerebral Nacional de Osaka, en Japón, han establecido una relación entre determinados tipos de derrame cerebral y una bacteria oral. De todos los pacientes que ingresaron afectados por hemorragias intracerebrales, el 26% presentaba una bacteria concreta en su saliva: streptococcus mutans CNM-Positivo. De los pacientes con otro tipo de accidente cardiovascular, solo el 6% dio positivo a la presencia de dicha bacteria. Según los autores del estudio, la bacteria se une a los vasos sanguíneos afectados, bien por la edad o bien por una presión arterial alta, pudiendo provocar rupturas que dan lugar a hemorragias cerebrales.
En cualquier caso, y aunque no se pueda establecer a ciencia cierta una relación directa causa-efecto entre las afecciones orales y otro tipo de enfermedades graves como las que hemos visto, parece ser que el mejor modo de prevenirlas está en la práctica de hábitos de vida saludable y en unas pautas de higiene oral que mantegan nuestra boca en condiciones óptimas. Hay que pensar que según datos facilitados por la University of Douthampton and King’s College London en 2009, el 80% de los adultos mayores de 55 años en el Reino Unido en el 2009 presentaba periodontitis.
Más allá de todo esto, hay que decir que enfermedades como la peridontitis y otras infecciones orales se pueden tratar con éxito y que, la investigación y los avances en la ciencia dan como resultados tratamientos cada vez menos invasivos e indoloros y mucho más eficaces que los ocnvencionales. Es el caso del tratamiento en base a la terapia Helbo, desarrollada por los laboratorios Bredent y de la que ya te hemos hablado en alguna ocasión en nuestro blog: Terapia Helbo; solución perfecta contra las infecciones.