En 2016, La OMS ha dedicado el Día Mundial de la Salud a la diabetes. ¿Por qué dedicar todo un día a una sola enfermedad? Porque los datos son abrumadores:
Lo que pretende la Organización Mundial de la Salud es, precisamente, alertar sobre todo esto porque, para la mayoría de personas que la padecen, la aparición de la diabetes se puede prevenir o, cuando menos, retrasar. Se trata de los pacientes que sufren diabetes del tipo 2, la más común, la que presenta el 90% de los afectados. La misma que puede combatirse manteniendo un estilo de vida saludable, una alimentación sana adecuada y un mínimo de actividad física.
Aún así, muchos de nosotros al llegar a una edad avanzada terminaremos padeciendo diabetes del tipo 2. Por eso es tan importante la prevención. El problema surge y se agudiza cuando son los niños quienes sufren esa enfermedad que hasta ahora alcanzaba sus mayores picos en mayores de 65 años. En Europa, en los últimos años se ha constatado un significativo aumento de la diabetes de tipo 2 en adolescentes, la mayoría de ellos obesos.
Y la diabetes es una enfermedad demasiado peligrosa como para que nuestros jóvenes empiecen a padecerla de un modo generalizado. El exceso de azúcar es capaz de poner en jaque a los principales órganos del cuerpo y provocar, como bien resaltan en la web de la OMS “la hiperglucemia puede poner en peligro a todos los órganos principales del cuerpo y provocar ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, neuropatías, insuficiencia renal, ceguera, impotencia e infecciones que pueden necesitar amputación”.
Problemas muy graves que conviene tener en cuenta. Y es que nuestros niños son cada vez más obesos. En Estados Unidos saben bien de qué hablamos: en 2005 los casos de diabetes tipo 2 entre niños y adolescentes pasaron se dispararon del 3% al 45%. En España, con la tasa europea más alta de niños obesos, las alarmas ya han comenzado a sonar. Para la Sociedad Española de Diabetes, más allá del componente genético hay una relación directa entre la tendencia a la obesidad de nuestros jóvenes y niños y la aparición de la diabetes. Aún así, y aunque no hay números concluyentes, la diabetes tipo 2 en niños solo supone, de momento, el 1% de todos los casos diagnosticados de diabetes. De momento… porque alrededor del 25% de nuestros niños o jóvenes son ya obesos. Y se prevé que la cifra vaya en aumentamos como consecuencia del sedentarismo y los hábitos alimenticios.
Precisamente para combatir esos malos hábitos hay ya voces de expertos dentro de la UE que apuestan por regular por ley la cantidad de azúcar en los alimentos o penalizar, como ya se hizo en su día con el tabaco vía impuestos, a aquéllas empresas que fomentan su uso.
En cualquier caso, además de penalizar el consumo de comida basura o de bebidas azucaradas, parece que lo más eficaz pasa por promover en los niños los hábitos de vida saludable y la práctica cotidiana de ejercicio físico. Y esto si que es cosa nuestra, de los mayores.
En Bredent queremos seguir aportando nuestro pequeño granito de arena en la apuesta por la promoción de unos hábitos de vida saludable y creemos, en línea con la Sociedad Española de Diabetes que solo desde la educación conseguiremos que nuestros niños de hoy sean, mañana, adultos sanos y saludables.