El tratamiento de la perdida de una pieza dental se hace a través de los implantes dentales. Y si es ese el tratamiento indicado, cuanto antes decidamos hacerlo, mejor. Porque cuando nos falta un diente, lo notamos nosotros y lo notan los demás.
Por miedo, por econonomía, por dejadez, porque no le damos la importancia que merece…. Cuando perdemos una pieza dental estamos expuestos a problemas cada vez mayores y a pérdida futuras, en una suerte de efecto dominó. Por eso lo ideal es poner remedio de inmediato.
¿Por qué? ¿Qué pasa cuando perdemos un diente?
Problemas fisiológicos
En esta sencilla infografía del Consejo General de Colegios de odontólogos y estomatólogos, podemos ver con claridad las alteraciones que sufre nuestra boca ante la pérdida de un pieza dental.
Cuando masticamos la comida puede ocupar el espacio que antes ocupaba la pieza dental y presionar sobre la encía causando heridas que pueden derivar en infecciones más peligrosas. Como nos resulta molesto tendemos a masticar por el lado contrario de modo que sometemos a mayor presión y desgaste a las piezas dentales de un lado de la boca que, en principio estaba sano. El hueco de la pieza que no hemos reemplazado parece actuar como imán: ese vacío hace que las piezas adyacentes y las superiores -en el caso del vídeo- tiendan a desplazarse. La mordida se ve afectada y las presiones innecesarias pueden dar lugar a otro tipo de dolencias maxilares y musculares. Además, la alineación de los dientes se ve comprometida de modo que donde antes era fácil limpiar ahora no lo es, acumulándose suciedad y placa que da origen a caries o a enfermedades periodontales. Por su parte, el diente que queda arriba, al descender, pierde parte de la raíz que lo mantiene anclado al hueso llegando incluso a moverse.
Por todo ello, el Consejo de dentistas aconseja reeemplazar la pieza perdida cuanto antes y de deste modo evitar males mayores e incluso ortodoncias futuras para volver a realinear debidamente los dientes.
Problemas estéticos
Cuestión aparte merece el hueso porque, en su caso, los problemas fisiológicos van muy de la mano de los problemas estéticos y de autoestima. Y es que la falta de la raíz de la pieza dental hace que el hueso, que resulta ya inservible, se retraiga perdiendo volumen pero también altura. Como consecuencia también la encía pierde en tamaño. La reabsorción del hueso alveolar compromete también la reabsorción del hueso de la base de la mandíbula: físicamente se acorta la distancia entre barbilla y nariz.
Cuanto más tardamos en reemplazar el diente perdido más hueso perdemos. Es probable que no lo notemos físicamente mientras somos jóvenes, pero a partir de los 40 años, esa retracción tiene reflejo en el hundimiento de las mejillas y, a medida que cumplimos años, los labios tienden a hunidrese hacia dentro como consecuencia de la falta de hueso y encía.
Razones como estas nos llevan a insistir en lo prácticos, necesarios y útiles que resultan los implantes dentales ante la pérdida de cualquier pieza dental. EL dentista tiene siempre la última palabra pero conviene, cuanto antes, tomar cartas en el asunto para no pasar a males mayores.
2 Comments
Hola, Quisiera saber si es conveniente poner implantes en persona de 65 años con pérdida de hueso. En parte inferior dcha. habria que hacer injerto en bloque.
Me han dado dos soluciones; la anterior mencionada y aparato de quitar y poner., ya que poner un puente no sería factible por no tener pieza para sujetarlo.
La linea media está algo desviada por no haber salido un colmillo y me ofrecen extraer todas las piezas ( 5 sanas ) y poner todo implantes.
No estoy dispuesta a tomar ninguna decisón si no lo veo claro. Pero me urge.
Les agradecería me dieran la información que se adapte más a mis necesidades. He visitado varias clínicas y no coinciden en el tratamiento a seguir.
Un saludo.
Saludos Mª Angeles. No somos odontólogos y no podemos darte solución médica a tu problema. Sí que te recomendamos que acudas al Colegio de Dentistas de tu localidad para plantearles tus dudas. Ellos seguro que podrán ayudarte.