¿Cuáles son los mayores riesgos tras el tratamiento con implantes? ¿Puede una enfermedad periodontal comprometer su supervivencia? En nuestro post de hoy, el último de la serie dedicada a las dudas del paciente acerca de los implantes, trataremos de dar respuesta a estas preguntas en base a los consejos que ofrece la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración.
A la pregunta de qué complicaciones puedo tener después de haberme efectuado un implante, hay que responder que a las mismas a las que estén sometidas el resto de dientes. Es decir que los riesgos son idénticos para todos. ¿Cuáles son esos riesgos?
Básicamente los riesgos tienen que ver con las enfermedades periodontales, patologías infecciosas causadas por bacterias que afectan a los tejidos que sostienen nuestros dientes. Una enfermedad periodontal puede ir desde una gingivitis, en la que se inflama la encía hasta que la infección remite, hasta una periodontitis que puede amenazar otras partes del periodonto como el hueso, el cemento que recubre la raíz del diente o el ligamento periodontal. La periodontitis es una enfermedad seria que puede afectar nuestro estado general de salud incrementando incluso el riesgo cardiovascular.
¿Cómo puede afectar una periodontitis a un implante? Ya hemos visto que se trata de una infección bacteriana. Si las bacterias permanecen activas y sin tratamiento pueden seguir infectado tejido y llegar a dañar el hueso y la encía que se encuentran alrededor del implante: es lo que se conoce como periimplantitis. Si no se trata a tiempo puede llegar a comprometer el implante hasta el punto de perderlo.
Será el dentista, a través del estudio previo de cada caso, quien determine que la persona que se va a someter a un implante no sufre ningún proceso de infección que pueda repercutir en el tratamiento. De no ser así, lo más adecuado antes de efectuar implante alguno, es esperar a que remita la infección. Hasta ahora, lo habitual ha sido el tratamiento con antibióticos. Sin embargo hay patógenos que ya no responden a los antibióticos. Y para combatirlos, en Bredent, hemos desarrollado la terapia Helbo, un tratamiento basado en el láser de baja intensidad capaz de controlar la infección de un modo mínimamente invasivo y cuidadoso con los tejidos.
En cualquier caso, como siempre, lo mejor es la prevención. Por eso es tan importante mantener una correcta salud bucal. Incluso, una vez superadas las infecciones y llevado a cabo el implante, hay que mantener una alerta y atención especiales: las periodontitis pueden considerarse enfermedades crónicas capaces de volver a reaparecer.
Hay síntomas que delatan la presencia de infecciones. Y conviene tenerlos en cuenta tanto si nos vamos a someter a un tratamiento con implantes como si no:
Ante cualquier síntoma lo ideal es que acudas a la consulta de tu dentista. Piensa que los problemas periodontales son muy frecuentes, los padece el 96% de la población, si bien sólo una cuarta parte se ve afectada de forma severa.
En cualquier caso, el tratamiento con implantes es, precisamente, el más adecuado cuando sufrimos pérdidas de piezas dentales como consecuencia de una enfermedad periodontal. Como hemos visto en post anteriores, son los sustitutos de las raíces de los dientes, sobre los que irá colocada la corona. Y deben responder a las exigencias de la máxima calidad de vida.